miércoles, 18 de abril de 2012

Capitulo 36 Es un rapto de inconsciencia, nena ¡no te suelto mas!

Una terrible punzada en la cabeza la hizo despertar. No abrió los ojos enseguida, pero supo que ya era de día. Se detuvo a pensar donde estaba y abrió los ojos, todo esto en cuestión de unos pocos segundos. Se encontró abrazada a Ringo, sentada en el asiento trasero del auto. ¿Qué? ¿Todavía estaban en el auto? Se incorporó un poco y se dio cuenta que sobre su hombro derecho Paul apoyaba su cabeza, dormido. George, en el asiento del acompañante, dormía despatarrado y con una mano que colgaba hacia el exterior de la ventanilla, por la que entraba el frío de la mañana. John, simplemente estaba tirado sobre el volante. Todo esto coronado por una sinfonía de ronquidos.
-Bonita imagen –dijo Eva para sí misma, mientras se incorporaba, haciendo que Paul abandonara su cómoda posición.
-¿Mmm? ¿Estamos en casa? –dijo bastante dormido.
-Me temo que no…
-Eh? –se despertó del todo, sobresaltado -¿Dónde estamos?
-No sé….calculo que en el mismo lugar de anoche…
-Dejen de hacer ruido…-Ringo se acomodó mejor, hasta que también reaccionó –Ey ¿Qué estamos haciendo acá todavía?
-No tengo  la menor idea –respondió Paul
-Solo recuerdo que dijimos “Vamos”, subimos al auto, y fin. –explicó Eva
-Nos quedamos dormidos antes de salir….-dijo Ringo rascándose la cabeza
-Ey George! –Paul pateó el asiento delantero, donde su amigo dormía –es hora de levantarse
-Mmssfgñsñkfjflkjds…
-¿?
-Vamos George, estamos todos en el auto, pasamos la noche acá.
George abrió los ojos y miró a Ringo con incredulidad.
-No jodas…
-¿Que jodo? ¡Mirá! ¿Ves que estamos en el auto?
-¿Pasamos la noche acá? –dijo sentándose lentamente y mirando alrededor –Tuvimos suerte de que no nos encontrara la policía….¡Eva! ¿Estás acá?
-No, soy un fantasma
-Que graciosa andas hoy…Oigan, tenemos que despertar a John.
Eva se acercó y comenzó a sacudirlo con suavidad.
-John….John..
-Mmmm….Mimi no quiero ir a la escuela….
Todos rompieron en carcajadas, que hicieron que John al fin despertase.
-¿Y esto? ¿Qué pasó?
-Nos dormimos adentro del auto –dijo Paul –Ahora vámonos antes de que nos vea alguien
-Esperá que busco la lla…-bostezó sonoramente -…ve.
-Ah no, yo no pienso viajar con John conduciendo así –dijo Eva –Nos vamos  a matar
-Y bueno bonita, ¡conducí vos!
-No sé.
-¿No sabés? –preguntaron todos
-No. Apenas sé andar en bicicleta.
-Te enseñamos.
-¿Cuándo?
-¡AHORA!
-Ni sueñen, estoy pensando seriamente en volverme caminando.
-Yo te puedo enseñar –se ofreció George –Otro día, claro. Te cobraré caro jeje
-Shh! –chistaron los otros tres
-Está bien, me gustaría aprender
-¡La encontré! –John agitaba triunfalmente el llavero
-No John, no vas  a conducir –Ringo se bajó del auto, abrió la puerta de John, lo sacó casi a la rastra, lo metió en el asiento trasero y se puso al volante –Ahora sí.
-¿Qué pasó? ¿Por qué estoy acá? –John, evidentemente, ni se habia enterado de lo que Ringo había hecho.
-Nada, John, nada…-dijo Paul con fastidio -¡Ahora vámonos!
-Ey, ey ey ¿Por qué Ringo va a conducir? –dijo George, arrastrando las palabras -¿Cómo sabemos que él ¡hip! es el que mas sobrio ¡hip! está?
-George, es claro que vos no lo estás –dijo Paul -¡Vamos!
-Ay ¿Por qué tanto apuro Paulie? –se quejó John
Ringo arrancó y fueron parte del camino peleando, hasta que John y George se durmieron otra vez.

Al rato, Eva llegó a su casa. Entró, tratando de hacer el menor ruido posible. Eran las 7 de la mañana, Dante generalmente se despertaba a las 10, así que tenía tres horas para dormir, antes de darle el regalo. Subía lentamente las escaleras, sufriendo con cada ruidito que hacía.
-Hola Eva
-AY! –se asustó, no esperaba que alguien le saliera hablando. Miró hacia abajo y ahí lo vio –Dante ¿Qué hacés levantado?
-Estoy ansioso por mi cumple, quería que llegara rápido. Aparte anoche me dormí temprano y ya no tengo sueño.
-Ah, que bien…-respondió media dormida- Ah, Feliz…-bostezó –Cumpleaños, Dante. Ahora me voy a dormir….
-¿Y la sorpresa?
-¿La sorpresa? ¿Qué sorpr…? Ah, si, la sorpresa. Quedate sentado en el sofá, con los ojos cerrados, ahora vengo. –el nene obedeció y Eva subió a su habitación, donde miró con tentación su cama. Sin embargo, tomó la guitarra y bajó, para, media mareada, pararse delante de él. La cabeza se le partía al medio, esos cuatro se las pagarían.
-Abrí los ojos.
Dante abrió sus ojitos y la miró, y miró a todos lados.
-¿Y? Yo no veo nada
-CHAN CHAN CHAN CHAAAAAAN!!! –sacó la guitarra de detrás suyo, donde la llevaba escondida -¡Feliz Cumple!
El nene miró la guitarra con los ojos abiertos de par en par. Después la miró a ella, y de la nada le dio un abrazo, que ella no se esperaba, pero que la llenó de alegría.
-¿Te gusta?
-Si! ¡GRACIAS! –la tomó con sus manitas y contempló, embelezado, la funda -¡Son The Beatles!
-¡Obvio que si! ¡Pero mirá la guitarra, que es lo importante! –lo ayudó a abrir el cierre y sacar el instrumento con cuidado.
Se quedó boquiabierto, mirando la guitarra, que era a su medida, hasta que reparó en un detalle:
-¡Está firmada por George! –gritó
-¡Porque serás su sucesor! Ahora, tocá algo de lo que te enseñé.
El pequeño, entusiasmado comenzó a rasgar algunos acordes.
-Ahora vuelvo –subió, supuestamente a buscar algo, pero no se resistió a la tentación y se tiró en la cama, para quedar profundamente dormida al instante.


Se acomodó el blazer azul que se habia puesto, respiró hondo, y con paso decidido encaró hacia la puerta del edificio. Era lunes. Era su primer día de trabajo.
-Nenaaaaa!! –se asustó al oír ese grito y miró a todos los lados del inmenso hall blanco del edificio.
-¿Jenny?
-¡Acá estoy! –gritó nuevamente, pero ésta vez prácticamente saltándole encima. Se veía contenta, mas descontrolada de lo acostumbrado.
-¿Q…qué hacés aca?
-¿Ya te olvidaste que trabajo acá?
-No, pero no sabia que ya habias empezado
-Empezé ahora, tonta. Te iba  a contar el sábado pero…
-Pero estabas ocupada con Patrick, ya los vi.
-¿Eh? ¿Qué viste?
-Tengo que trabajar, después hablamos.
-¡Mala!
Eva subió riendo al ascensor que la llevaría al tercer piso, donde la esperaba una pequeña oficina propia, un archivo de fotos y lo que era mejor: un laboratorio fotográfico. Alí revelaría todas las fotos que sacara, las clasificaría, archivaría o mandaría a publicar. También su trabajo era flexible: si alguien estaba interesado en su trabajo podría  buscarla allí y ella podria atenderlo en su horario de trabajo. En otras palabras: estaba a sus anchas.
-¡Bienvenida Eva! –dijo el director
-Gracias…sinceramente, no me esperaba todo esto…
-Espero que te haya gustado. Si querés podés cambiar todo de lugar, es tu espacio. Ahora…¿podrías revelar algunos rollos que hay en ese armario?
-Claro.
El resto de la mañana trabajó en eso, y sabia que a la tarde tendría que clasificar y ordenar bien el archivo. El verdadero trabajo comenzaría en unos pocos días, cuando saliera a acompañar a los entrevistadores y cuando se encargara de la foto de tapa, además de sesiones de fotos con los artistas.
-¿Vas a almorzar conmigo? –dijo Jenny luego de abrir de golpe la puerta del laboratorio.
-¡Cerrá esa puerta! ¡No puede entrar luz!
-¡Ay, yo que sabía!
-¡Cerrá!
Jenny cerró de un golpe la puerta y se metió entre las fotos colgadas que se secaban.
-No toques nada
-No, no, no, no soy una nenita. Te vas quedar ciega entre esta oscuridad y esa luz roja.
-¿Cómo va tu primer día?
-Bien…atendí unas 500 veces el teléfono jaja ¡Ey, te copiaste de mi! –dijo señalando la falda de Eva.
-¿Vos también de minifalda? Se nos pegó la nueva moda.
-Ja, me encanta ponermela y ver la cara de las viejas.
-Cuando no vos Jenny
-Mary Quant merece un monumento. Bueno, me voy, tengo que seguir trabajando –se acercó a la puerta y la abrió –Ah! Me olvidé de preguntarte lo que te venía a preguntar jaja.
-¡Cerrá!
-¿Vas a almorzar conmigo?
-¡No! ¡Cerrá esa puerta!
-Ufa! –cerró otra vez -¿Por qué no vas a almorzar conmigo?
-Porque Ringo me pasará a buscar.
-Ay, a ella la pasa a buscar Ringo –dijo burlándose -¿Sabés qué? Ahora me voy a almorzar con Patrick, y no te voy a contar nada de que estoy de novia con él….ay, lo dije.
-¡Jaja, te pasás Jenny! Eso te pasa por andar tan enamorada
-Si, puede ser –dijo suspirando –Bueno, me voy –salió del laboratorio dejando la puerta abierta de par en par, mientras se reía.
-¡Cerrá carajo!


Cuando salió del edificio divisó enseguida el auto de Ringo y, sin mirar siquiera, subió.
-Hola Rin…¿John? ¿Qué estás haciendo acá?
-¡Vine a buscarte!
-¿Pero por qué en el auto de Ringo?
-¿Qué tiene que ver el auto?
-Bueno…en eso tenés razón.
John arrancó y a los pocos minutos estaba tomando una autopista de salida de Londres.
-John…tenemos que ir a almorzar a tu casa, ¿adónde vamos?
-A un lugar
-Ok, pero mirá que a las 3 tengo que volver al trabajo.
-Lo lamento, no será posible.
-¿QUÉ? John, te lo suplico, no hagas locuras, yo a esa hora tengo que estar ahí si o si, ¡es mi primer día!
-Pero no estarás, iremos a otro lugar, pasarás la tarde conmigo, te guste o no.
-¡JOHN! ¡ESTÁS LOCO! ¡No puedo faltar!
-Claro que podés.
Lo miró, le estaba hablando seriamente, no en su clásico tono de broma.
-John…
-John, nada. Venís conmigo.
-Pero…no podés obligarme
-Si te secuestro, si. Mejor dicho, te estoy raptando.


-¡El que me hizo la broma que hable ahora o calle para siempre! –gritó Ringo entrando a la habitación de Paul, donde también estaba George practicando con la guitarra.
-¿De qué habla? –dijo Paul mirando a George
-Dejalo…
-Ey, no me traten de loco. ¿Quién hizo desaparecer mi auto? ¡No lo encuentro!
-¿”Perdiste” tu auto? –dijo George sin contener la risa
-Pensábamos que eras despistado, pero no tanto hombre…
-Paul, hablo en serio. No está en el garage y las llaves tampoco. Un momento…¿John?
-Dijo que salía…¡ahí está! ¡Fue él! –gritó George poniendose de pie.
-¿Pero para qué se llevaría mi auto? Yo iba a buscar a Eva….ah, ¡eso lo explica todo!


-¡John, volvamos a la ciudad, ya! –gritó Eva –Te estoy hablando en serio ¡no te rías!
-Sos preciosa cuando te enojas.
-Me engañaste, ahora ya sé porqué viniste en el auto de Ringo
-Si venía en el mío no ibas a aceptar, te ibas a quedar parada esperando a Ringo. En cambio asi, caíste como un conejito en la trampa. ¿O debería decir conejita? Jejeje
-¡No me causa gracia! ¡Te lo digo de verdad!
-Calmate, sólo es…
-Sólo es ¡nada! Y tampoco me calmo. De verdad, no te entiendo.
-Eva, calmate –dijo ya perdiendo la paciencia
-¿Por qué hacés esto? ¡Decime porqué!
-¿Te vas a callar?
-¡No! ¡Volvamos, tengo que trabajar!
-¡Te dije que no!
-¿Por qué?
-¡Porque no se me da la gana!
-¡Estás mas loco de lo que creí! ¡¿Por qué mierda hacés esto?!
-¡Porque me revienta que te hayas acostado con todos, menos conmigo!
Se quedó callada, mirándolo casi con bronca, mientras él seguía con la mirada clavada en el asfalto de la ruta.
-Así que es por eso –dijo al fin –Debí suponerlo, lo único que te interesa de mi  es eso, no querés ser menos, como siempre. ¿Pero sabés qué? Ellos a mi me quieren, yo lo sé, en cambio vos siempre fuiste un misterio, y ahora me doy cuenta.
Al escuchar eso, John salió de la ruta y frenó.
-¿Quién sos vos para decirme eso? –le gritó
-¿Y te parece que no soy nadie para decirlo?
Abrió la portezuela y salió afuera.
-¡Vení para acá! –John la imitó -¿Qué vas a hacer?
-Me voy, como pueda. ¡No me toques! –dijo al ver que él quería tomarla del brazo
-Eva…perdoname, no quise decir lo que dije….
-Lo dijiste porque lo pensás…John, somos grandes, no nos engañemos. Vos a mi nunca me quisiste, pensabas que era una bruja, que quería fama. Después dejaste de decir eso porque seguiste a tus amigos, pero para vos soy una mujer mas. Pero quiero que sepas que yo no pienso lo mismo de vos, no sos uno mas para mí…te amo, mal que me pese –se secó con el dedo una lágrima furtiva que se le había escapado.
-Eva…yo…no, no sé como decírtelo….-le tomó la cara y le dio el beso mas apasionado que habia dado en su vida. Estaba equivocada, si había creído eso de él, era porque no sabía como demostrarle que la amaba con locura.
-Escuchame una cosa, Eva Victoria –dijo separándose de ella –vos estás muy equivocada. No quise decírtelo así, pero en cierto modo estoy celoso porque ya estuviste con todos, esto de “compartirte” me come la cabeza, y ya sabes, hago locuras. Pero te amo, loca. Lo que pensaba antes sobre vos, es cosa del pasado. ¿Me entendiste bien?
-Si…-respondió poco convencida.
-¿Me entendiste o no me entendiste?
-Si, ¡ya te dije que si!
-Bueno, no te enojes.
-No estoy enojada.
-Si, lo estás –dijo sonriéndole travieso.
-Que no, te digo que no…
-No te creo, tonta
Se abalanzó sobre él y le dio un intenso beso.
-¿Ahora me creés? –John solo sonrió una vez mas. Sabía que el chico le habia hablado desde el corazón, lo veía en sus ojos, y ella no podía resistirse a eso.
-¿Volvemos? Ya se te va a hacer tarde para el trabajo y…
-No
-¿Eh?
-Que no. Quiero que vayamos a donde me ibas a llevar, señor secuestrador –subió al auto y John hizo lo mismo.
-Pero…
-Pero nada. Quiero que vayamos –le dio otro intenso beso –Y rápido.
John le sonrió pícaramente y encendió el auto.


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Hola!!! Perdín por la tardanza, les dejo el link de la canción que le da título al capitulo, se llama "Rapto" y es de Gustavo Cerati:
http://www.youtube.com/watch?v=vNhiYAmishs&ob=av2e