viernes, 26 de agosto de 2011

Capitulo 19 La acusación de John

Jenny miraba con los ojos abiertos de par en par a Eva

-Repetí lo que dijiste....¿te besó? ¿¿te besó??

-Si –dijo Eva bajando la cabeza

-Aaaayyyyy te besó!!!!!!!!

-Si. Te dije que si.

-Cambiá esa cara, pareciera que no estuvieras contenta

-No lo estoy, me siento mal, no sé como pude dejarme llevar así.

-¡Sos una idiota, te besó George!

-Pará de hablar así, te van a escuchar todos

Se sentía realmente mal, y ni siquiera sabía porqué, no entendía como le habia permitido a George que la besara, algo estaba pasando con él ¿Le gustaba George? No lo sabía.

George estaba muy contento en la casa cuando Paul lo vio y se le fue encima enseguida.

-¡Decime adonde estuviste! –le gritó mientras lo agarraba del cuello de la camisa

-¡Pará! ¡Soltame!

-¡Por algo estas tan contento, y encima tenés esa sonrisa de que ganaste algo!

-Si, me gané un beso de Eva. Aceptá la derrota McCartney

-Ahh no, esto no va a quedar así, a partir de hoy la tenés jurada Harrison.

Paul se alejó furioso, y George se quedó mirandolo raro, nunca lo había amenazado así.

Ringo dormía plácidamente y Paul lo despertó violentamente, a almohadazos

-Ey ¿que te pasa? –preguntó molesto Ringo

-Tenemos que asociarnos. Para un asesinato

-¿Cuanto me vas a pagar?

-Cuando lo sepas vas a aceptar enseguida

-¿Y a quién hay que matar?

-A George

-¿George? Es tan flaco que con soplarlo se cae, asi que no veo para qué querés asociarte conmigo para matarlo

-Besó a Eva

Ringo se quedó mirando a Paul, no sabía si creerle o no. Reaccionó, levantándose de golpe

-¡George Harold Harrison! ¿donde estás? ¡Maldito!

George largó una carcajada desde la sala, que enfureció mas a Paul y Ringo

-¡Perdieron!

-Vení para acá chiquito- le dio Ringo con rabia

-¿Perdón? Acá el único chiquito sos vos

-¿Qué hiciste con Eva?

-La besé, y a ella pareció gustarle. Ya está, es mía.

-No tan rápido. A nosotros nos conoce poco, quizás cambie de opinión –dijo Paul

-Quizás –repitió George

-¿Como pudiste hacernos esto? –dijo Ringo, mas clamado y ahora mas triste

-Miren. Les voy a decir la verdad. No me pude resistir, fui a verla mas que nada como un juego, no sabia que todo iba a terminar así. Pero tiene algo....algo....

-Algo que nos encanta –completó Paul

-Si....además, parecía tan triste...cualquiera de ustedes lo hubiera hecho, parecía tan frágil, era imposible no abrazarla y besarla....

-Vaya que estás enamorado Harri –John estaba escuchando todo desde la cocina y decidió entrar a la sala

-Creo que todos lo estamos...-dijo Ringo

-Yo no –dijo con desprecio John

-Yo tampoco

-Si, si, si, y todos te creemos –rió George

-Me gustan todas, pero nunca me enamoro, eso no sirve

-Ay no, me voy –dijo John- no soporto escucharlos hablar, parecen colegialas adolescentes

John comenzó a disfrazarse con una barba y unos anteojos

-¿Y se puede saber adónde vas? –preguntó George

-Adonde no te importa.

-Qué carácter

-Voy a encontrarme con una chica

Todos miraron a John

-No se preocupen, no es la famosa Eva. Es otra, que no es muy frágil que digamos porque....ahhh ¡que tremenda zorra que es!

Los otros tres rieron

-Por lo menos voy a pasarla bien un rato, no como ustedes que están tramando sus asesinatos por culpa de una tonta que seguramente les dirá que no a los tres

No le contestaron. John salió caminando, no se imaginaba que la chica a la que iría a ver, vivía cerca de donde Eva trabajaba. Trató de caminar sin mirar a nadie, para no ser descubierto. Llegó a una esquina y un autobús pasó tan rápido que lo empapó con el agua de la calle, haciendo que su barba cayera. De inmediato, la gente lo reconoció y una horda de mujeres hecharon acorrer tras él.

-Quiero fumar –dijo Eva

-No se puede fumar acá –el “estúpido” se metió una vez mas sin que nadie lo llamara

-No estaba hablando con vos. Y ya sé que no se puede fumar acá

-Todavía no entiendo el porqué de tu carácter. Además, una chica como vos no tendría que fumar, no es delicado...creo que sos un poco nerviosa ¿no? ¿no?

Nadie le respondió, porque Eva se había ido, no soportaba todo ese discurso de psicología barata que tenía Edward. Se paró en la puerta de calle del edificio, y allí prendió un cigarrillo.

-¡No me persigan! ¡No soy John Lennon! –John gritaba desesperado, pero era inútil, las mujeres querían alcanzarlo

-¡Por favor, un autógrafo! –gritó una mujer

-¡Una foto! –gritó otra

-¡Casate conmigo John!

-¡Solo soy un tipo parecido! Dejenme!

John seguía con su carrera para zafarse de las fans, hasta que se metió por un callejón, llegando hasta otra calle. Suspiró aliviado, al parecer lo habían perdido de vista. Continuó caminando por esa calle, cuando vió a una chica parada en la puerta de un edificio.

-Pero miren a quién tenemos aquí –se dijo para si mismo- la famosa Eva...

Eva exhaló el humo de su cigarrillo y miró a su izquierda y vio a un tipo que venía caminando y mirando a todos lados, como si lo buscaran. El tipo se acercó mas a ella, cuando ambos escucharon un griterío de mujeres.

-¡Ay no! –pensó John- ¡ahí vienen! ¡Tengo que hacer algo!

Iba a decirle a Eva que lo dejara esconderse dentro del edificio, pero las fans aparecieron tan de repente que tuvo que esconder su cara si o si....y para eso tomó el rostro de Eva y la besó. Las fans pasaron corriendo delante de ellos.

-No está acá –dijo una

-No, solo están estos dos –dijo otra señalando a John y Eva, que seguían besandose

Pegaron media vuelta y se fueron.

John se separó de Eva, que estaba casi en estado de shock. No podía decir una palabra, ni pestañear, ni respirar.

-Eva, perdón, ¡perdón por favor te lo pido! Vos te diste cuenta de por qué lo hice, te iba a decir que me escondieras en el edificio, pero no me dieron tiempo a nada....perdoname por favor, ay por Dios... qué vergüenza....

-Sos...sos John....-dijo aún anodadada

-Si....ay perdoname, ni siquiera te dije que era yo, perdón, habrás pensado que era un loco psicótico....

-Esq ue con los anteojos no te conocí, aparte estás mojado....

-Si, me bañó un autobús, por eso me conocieron....¿me perdonás?

-S...si....

-De verdad, soy un tarado, mirate, todavía estás asustada

-Si...es que....no sé...ay John perdoname, pero acá la tarada soy yo jaja.entrá al edificio, así se te seca la ropa aunque sea.

Invitó a pasar a John y lo escondió en una oficina. Fue a hablar con Jenny, para que la ayudara,.

-¿Me estás jodiendo? ¿John Lennon acá?

-Si, pero comportate. Acordate de que tenés novio

-Si, cierto....bueno ¿qué hago?

-Dale algo para que se ponga, está empapado.

Jenny buscó una camisa y un pantalón de Joseph y se lo dio a Eva

-Son de Joseph , de casualidad está ésta ropa acá. Dáselas vos, si voy yo lo violo

-Jaja ¿no era que te gustaba Paul?

-Es un beatle, no me importa

Eva fue hasta la oficina donde estaba John y golpeó.

-Entrá –gritó desde adentro

-No puedo, se supone que estás desnudo

-Por eso mismo –dijo John asomándose por la puerta y haciendo una sonrisita pícara

Eva negó con la cabeza y le dio la ropa. Al rato John le dijo que podía pasar. Eva entró y lo vio sentado en una silla, con la ropa de Joseph puesta. Le quedaba enorme, y Eva largó una risita

-No te rías de mi desgracia. Mirá mi linda ropa, toda sucia

-Por lo menos se está secando junto a la estufa

-Gracias. De verdad, gracias por todo, y por aguantarme

-No me agradezcas

-Claro que si cuñada

-¿Cuñada?

-Vamos. Ya sabemos lo que pasó con George. Y él es como mi hermano. Asi que sos mi cuñada

No sabía donde meterse, lo que John le estaba diciendo la estaba avergonzando muchisimo.

-Te digo algo –continuó John- creo que esos tres están haciendo una competencia, y George cree que ganó. No hace falta decir que el premio de la competencia sos vos

-John yo...

-Si, no sabés nada. Pero algo hiciste, porque los tres parecen idiotas.

-No hice nada.

-Si claro, como no. No te creo nada. Decime la verdad, lo estás haciendo por fama

-John ¿qué decís?

-La verdad. Dejá de hacerte la santa, y empezá a decir qué querés, si los metés en líos a los tres vas a tener que vértelas conmigo.

Eva no podía creer lo que estaba escuchando, John la estaba acusando por algo que no tenía idea.

-Me voy –dijo John

-Esta bien –respondió quedamente. Se retiró, para que él se cambiara

Minutos después, John le devolvió la ropa de Joseph.

-Gracias por esto. Y ya sabés. Espero que tengas en cuenta lo que te dije

-¿Me estas amenazando?

-No. Te estoy advirtiendo.

lunes, 22 de agosto de 2011

Capitulo 18 Pelea y reconciliación

Caminaron bastante, pero mucho no les importó, el día era muy soleado y era perfecto para caminar por ahí sin rumbo. Charlaron sobre el sol, sobre Manchester, sobre Liverpool, y se rieron de la gente que los miraba raro por ver a un zaparrastroso con una chica tan bien arreglada. Al fin llegaron al lugar, era un café perteneciente a un club exclusivo. George quizo entrar pero se lo prohibieron

-Ay que tonto, ¿como me van a dejar pasar vestido asi?

Buscó en su bolsillo y sacó una credencial de miembro del club y se bajó un poco la barba artificial que tenía puesta. El hombre de seguridad lo reconoció y lo dejó pasar.

-Eva buscá la mesa que mas te guste, yo voy al baño a cambiarme.

George se fue y Eva quedó en la entrada del café, mirando a todos lados. El lugar era inmenso y muy elegante, sería imposible elegir donde sentarse.

-Mmm...me gustaría cerca de la ventana, pero van a reconocer a George....y mas lejos es aburrido...y....bueno, me siento por acá.

Eligió una mesa que estaba en el centro del salón y se sentó. George tardaba mucho en venir, tanto que la hizo pensar que se había ido, que le había jugado una broma. Estaba empezando a enojarse por eso cuando apareció muy sonriente, y muy bien vestido.

-Perdón por la tardanza ¿me veo bien?

-Claro que te ves bien -pensó Eva- demasiado bien....

-Si, por supuesto –al fin le contestó- siempre te ves bien

-No mientas, hace un rato parecía un pobre tipo

-Pero aún así te veías bien

-Quiere decir que si un día me quedo en la calle seguiré siendo tan hermoso como ahora ¿no?

-Veo que tenés autoestima jajaja. Si, supongo que si.

El mozo llegó y le pidieron dos cafés, con tortas.

-¿Y cuál es tu color favorito? –preguntó George

-Violeta.

-¡El mio también! Aparte a mi me gustan mucho las cosas de frutilla, y sé que por lo menos a vos te gustan las galletitas de frutilla

-¡Que memoria! Jaja. Si, me gustan las frutillas y todo lo que hagan con ellas.

Les trajeron los cafés y comenzaron a comer. Eva pensaba que algo extraño estaba sucediendo. Cuando había ido con Paul a tomar aquel café lo había maltratado y exigido que la llevara a su casa. En cambio George se apareció así, como si nada, y ahora estaban riendo juntos. ¿Por qué lo estaba tratando diferente?


Mientras, Brian buscaba a George por todos lados

-¿Cómo puede ser que no lo hayan visto?

-Nos levantamos y ya no estaba –respondió Ringo

-O se fue muy temprano o se fue en la noche –agregó John

-¡Pero hoy tienen que grabar!

-Bueno, grabamos sin él. Cuando vuelva que grabe su parte –propuso Paul

-Bien, puede ser. Apúrense, vamos al estudio.

-¿Y si le pasó algo? –preguntó John, preocupado

-Ya habría salido en todos los medios....no sé porqué no avisa cuando se desaparece así –dijo molesto Brian

-A lo mejor se hizo invisible jaja -dijo Ringo

-Llegó la hora de la pavada. Vamos. –Brian abrió la puerta y salieron rumbo a un coche, que los llevaría a los estudios.


-¿Qué te parece si salimos a caminar por ahí? –propuso George

-¿No estás ocupado?

-No.....bueno....ahora que me acuerdo si....bah, no importa. ¿Vos?

-No, tengo día libre.

-Bueno, entonces vamos a algún parque. No creo que haya mucha gente, están trabajando.

Salieron del café caminando hacia un parque que no quedaba muy lejos. George se había puesto su disfraz nuevamente, a Eva le causaba risa. Llegaron y efectivamente, había poco y nada de gente. Se sentaron a orillas de un lago artificial y George se sacó la barba del disfraz y el sombrero.

-Hace calor para estas cosas sintéticas jaja

-Si, la verdad es que hace calor, no es época. Pero me gusta.

-¿Querés helado?

-¡Dale!

Se levantaron de allí y fueron corriendo hasta una heladería que quedaba a pocos metros. Pidieron sus helados y volvieron a la orilla del lago.

-Eva ¿te puedo dar un consejo?

-¿Consejo? Bueno...

-Nunca seas famosa

-Que curioso. Es algo que quise serlo desde chica. Pero desde que los conocí a ustedes prefiero seguir siendo una desconocida.

-Hacés bien. Lo único que conseguís es esto: andar disfrazada, huyendo de la gente. No te voy a negar que te llenás de dinero y ya sabés que con eso hacés muchas cosas. Pero lo que ganás en dinero lo perdés en tranquilidad.

-Gracias por el consejo.

-De nada. Sos una buena chica, por eso te lo digo. Cambiando de tema....¿por qué te asustaste tanto cuando hablé del hombre que me habia atendido en la casa donde vivías antes?

Eva palideció. No se esperaba esa pregunta, y con mencionar a ese tipo le hizo recordar lo que habia pasado. Trató de disimular.

-Por...por nada. No me asusté.

-Claro que si. Reaccionaste raro. Como si te hubiera nombrado al diablo jajaja.

-En cierta forma lo es –se le escapó lo que acababa de decir- digo...

-¿Como? ¿Pasó algo con el?

-No...solo es un cascarrabias, al que nada le venía bien y que me estafaba cobrándome mucho por una pocilga.

-Mmmm....parecía que hubiera sido por otra cosa...

-¿Por qué desconfiás de mi? –le dijo casi como un reproche

-Por que se nota que no estás diciendo la verdad

-¿Y a vos qué te importa?

-Ey no te enojes. Preguntaba porque si te había dicho o hecho algo, yo puedo ayudarte....

-No. No pasó nada.

-¿Acaso tuviste algo con el?

Eva lo miró indignada. Harrison estaba cruzando la raya de la curiosidad al chusmerío.

-¿Qué te pasa? ¿Por qué preguntás esas cosas? Ya te dije que no te importa. ¿Acaso yo te pregunto si tuviste algo con tu empleada doméstica?

-No, no me preguntaste, pero si querés saber, te digo que si.

Resopló. La estaba haciendo enojar mucho, y sus reacciones no eran muy suaves.

-Voy a tirarte al agua.

-¿Por qué? ¿Porque tuve algo con la empleada doméstica?

-No, porque me estás molestando, y no me importa tu empleada doméstica, como a vos no te tiene que importar ese viejo verde de mier....-se frenó.

-da –completó George.

-No me causa gracia –se cruzó de brazos

-A mi si. Mentira, te pregunté porque algo estás ocultando, y te quiero ayudar.

-No preciso tu ayuda. Y si seguís con eso me voy.

-Está bien. Pero por algo te ponés así, algo pasó y no querés contarme, teneme confianza, contame tus problem.....

-¡Ay basta! ¿Querés saber qué pasó? ¡Quiso violarme! ¿Estás conforme ahora?

Le había gritado en la cara, estaba roja de furia, pero también de vergüenza. Una lágrima rodó por su mejilla, una lágrima de dolor y de bronca.

George se quedó mirandola. No se esperaba eso, pensaba que ella le diría que habia sido amante del viejo o algo así, no eso que acababa de escuchar. Eva miró hacia otro lado, se secó la lágrima y se cruzó de brazos. George se acercó

-Perdoname....no pensaba que hubiera sido algo asi....perdoname.

No le contestó.

-Soy un idiota, no tendría que haberte hecho enojar y terminar casi obligandote a contar eso tan feo... te voy a ayudar, tiene que ir preso.

-Nadie va preso por eso. No hay pruebas y siempre le hechan la culpa a la mujer.

-Tenés razón. ¿Me perdonás?

Se dio vuelta y vio que él realmente estaba triste y la hizo conmover.

-Si, te perdono. Perdoname vos por gritarte así.

-Fue mi culpa. –la abrazó, sintió la necesidad de hacerlo.

-Parece –pensó George- un ángel desamparado sentado a la orilla de un lago, sin nadie.

Eva sintió que ese abrazo era una de las cosas mas dulces que había sentido. El calor del pecho de él era como un refugio, que le hizo olvidar por un momento el porqué estaba triste.

Se separaron y se miraron. Sonrieron.

-Si querés vamos a tu casa. –propuso George

-Bueno, estoy un poco cansada....

-Busco un teléfono y llamo para que nos vengan a buscar. ¿Querés venir?

No le respondió, solo intentó levantarse del césped, y él la ayudó tomandole la mano. Caminaron hasta la heladería, donde George pidió un teléfono y llamó.

-Listo, en 5 minutos vienen.

-¿Quienes?

-No sé. Yo pedí que me mandaran la limusina.

-Otra vez limusina....

-Ah, me enteré que ya viajaste, con Paul.

-Y con Ringo también

-Ah –pensó que ya había dos que tenían “puntos sumados”

Caminaron hasta el lago, y cuando llegaron vieron que se aproximaba la limusina. Subieron y Eva le indicó al chofer dónde quedaba su casa, que por cierto, estaba muy lejos de allí.

-Nos alejamos mucho ¿no? –dijo George

-Si....-bostezó- voy a dormirme hasta que lleguemos...

Sin darle tiempo a nada, George pasó su brazo por su hombro y la trajo hacia él, para que se recostara en su pecho. Eva lo miró sorprendida y él, dulcemente, le tomó el rostro y la besó.

miércoles, 17 de agosto de 2011

Capitulo 17 El pordiosero George

George se dirigió a la primera de las direcciones. Iba vestido como un chico pordiosero. Después de mucho caminar y de que un policía lo siguiera por unas cuantas cuadras, llegó a la antigua casa de Eva...solo que él no lo sabía. Golpeó una vez, pero no salió nadie, golpeó otra vez y la puerta se abrió con un chirrido, dejando asomar la figura desprolija de el dueño, que no saludó, solo hizo un ademán para que George hablara.

-Ehh....ehhh.... -dudaba, el hombre le daba un poco de miedo- quisiera saber si acá vive una chica que se llama Eva....

-Ya no –respondió cortante el hombre

-Ahhh gracias, entonces seguiré buscando, grac...-no pudo terminar de agradecer, porque el hombre lo agarró de las solapas del viejo traje que tenía puesto, dejando sus pies colgando

-Si llegás a saber dónde vive, vendrás a decirmelo, ¿ok? –amenazó el hombre, mientras miraba fijo al temeroso George

-Si, si....no se preocupe señor....ahora...suelteme por favor

El hombre soltó a George, que casi se cayó, salvo porque alcanzó a agarrarse del marco de la puerta.

Salió caminando de allí muy extrañado y preocupado ¿Por qué Eva se habría ido? ¿Y por qué tanto interés de parte de ese hombre en saber dónde estaba viviendo? ¿Acaso ella habría tenido alguna historia con ese maloliente tipo?

Mientras, Eva se desperezaba en su cama y en su nueva casa. Era tarde, no había ido a trabajar ya que Joseph le había dado el día libre por lo que le había pasado y también por la mudanza. Bajó las escaleras y vió que Anne y su pequeño no estaban. Sobre la mesa de la cocina había una nota: “Eva: fuimos a hacer compras, en la heladera tenés leche y huevos. Un beso, Anne”. Sonrió, hacía rato que nadie le dejaba una nota. Bueno....si, la tarjeta de Lennon en la caja de galletitas había sido la última.

Comenzó a prepararse unos huevos, mientras hacía unas tostadas en una sartén y calentaba la leche. Realmente se sentía feliz.

-¿Nadie vio a George? –preguntó Paul al resto, que desayunaba apaciblemente

-Estará durmiendo –contestó Ringo

-No está en su habitación, y dejó todo revuelto

-Bueno, se habrá ido con alguna chica –dijo John

Paul y Ringo abrieron sus ojos

-¡Eva! –gritaron al unísono

-¡Vamos a buscarlo! –gritó Ringo mientras tomaba una campera

-¡Lo vamos a hacer pedazos! –sentenció Paul

-Oigan, no enloquezcan! –gritó furioso John- no sean estúpidos, ni saben dónde se fue George y ya piensan que se fue con esa chica, y ya dejen de estar obsesionados con ella, no es la primer ni la última mujer del mundo, es mas, seguro que juega con ustedes.

Lo miraron raro, no entendían muy bien lo que John les decía

-¿Qué es eso de “jugar con nosotros”? –preguntó extrañado Ringo

-Ya saben. Fama. Salir en las revistas abrazada a alguno de ustedes, después en algún programa de chimentos y listo, mientras les saca dinero, les arma escándalos, y goza todo abrazada a algún novio de su pueblo. Fin.

-No había pensado eso –dijo Paul mientras se agarraba la barbilla- sin embargo...si quisiera eso, no se haría la difícil...

-Lo debe hacer para que caigan mas fácil y no se den cuenta de su trampa. Ya lo ven, ¡el genio Lennon, una vez mas, acaba de dilucidar todo!

Paul y Ringo se miraron, dejaron sus camperas colgando de una silla y se dispusieron a continuar con su desayuno.

Eva desayunaba muy entretenida hasta que tocaron el timbre. Vió por la mirilla de la puerta a un pordiosero, sacó unas monedas del bolsillo y abrió.

-Tomá –dijo dulcemente dándole las monedas.

El “pordiosero” le tomó la mano, lo que hizo que ella se asustara, aún estaba traumada por lo que había pasado con el dueño de su anterior casa. Gritó, pero vió una sonrisa conocida

-Soy yo Eva, George –dijo soltándole la mano

-¿Qué estás haciendo acá? ¿Cómo llegaste?

-Ehhh....eh....pasaba por acá y dije “¿por qué no visitar a Eva?” –disimuló

-Ahh si...-dijo desconfiando- ¿y cómo sabías que vivía acá?

-Ehhh....ehh.....ehhhh....

Eva lo miraba casi intimidándolo, no entendía cómo una simple chica podía lograr eso, cuando el que siempre intimidó con la mirada era él.

-Está bien, voy a decirte la verdad. Paul tenía tu dirección anotada y vine. Aunque primero fui adonde vivías antes, me atendió un señor poco amable....me dijo que le diga donde vivís ahora

-¡No por favor, no! –gritó Eva desesperada

-Ok, no te preocupes, no le voy a decir nada...-George se extrañó por la reacción de Eva- y...¿no me invitás a pasar?

-No se permiten hombres.

-¿Me vas a dejar acá?

-Si no te vas...si.

-Ah me estás hechando ¿no?

-Algo así. Todavía no me dijiste para qué viniste.

-Quería saber si querías tomar algo conmigo

-No bebo alcohol

-Hablaba de un café. Para desayunar

-Acabo de terminar de desayunar

-Está bien Eva Victoria nomeacuerdotuapellido. Vos te lo perdés. Solo quería charlar, para conocernos. Tenés una vida interesante, y quería saber mas sobre ella.

Eva solo levantó una ceja. No, no quería rechazar a George, pero ¿por qué no? No, no, debía dejar de hacerse la histérica. Pero lo mejor sería tratar de sacárselos de encima y olvidar que los conoció y hacer una vida con un chico común y corriente. Solo con uno. Pero....George se veían hermoso, aún vestido como estaba vestido. “No Eva no, olvidá que es lindo, olvidá que son lindos, ya está, cerrale la puerta en la cara y que no vuelva nunca mas”.

Intentó cerrar la puerta pero no pudo, George puso su mano impidiendo que se cerrara del todo.

-No, no, no. No es de damas cerrarle la puerta en la cara al caballero....aunque en estos momentos no parezca un caballero. Si venís a tomar el café conmigo, perfecto. Y si no venís, espero una explicación sincera, como la que te di yo respecto a por qué vine hasta acá.

Se le ocurrió una idea. Iría con él, era imposible resistirse a todos esos planteos que le estaba haciendo. Pero de paso, para no sentirse culpable después, haría algo que alegraría a alguien que se estaba ganando su cariño

-Voy a ir –dijo con una sonrisa

-¡Bien! ¡Lo sabía! –gritó George dando un salto

-Parece un adolescente que irá a su primer baile en la escuela –pensó Eva riendo por la reacción de George

-Pero....-dijo poniéndose seria– ...voy a ir con una condición.

-Mmmm....está bien –aceptó de mala gana- ¿cuál es?

-Que charles un rato con un niño de 5 años

-¿Tenés hijos? –preguntó totalmente sorprendido George

-No, es el niñito que vive acá, el hijo de la dueña. Le estoy enseñando a tocar la guitarra, y te admira.

-Ok, lo haré.

Eva miró hacia la calle y vio que Anne y Dante venían cargados con bolsas.

-Ahi vienen.

Anne llegó y Dante entró a la casa con algunas cosas. Eva se acercó a Anne, antes de que entrara a la casa.

-Anne, no pienses nada raro, este tipo que parece un zaparrastroso es....¿como decírtelo? Es....George Harrison.

Anne la miró incrédula

-De verdad, lo conocí haciendo una nota para la revista....vino hasta acá, está disfrazado y le dije si puede conocer a Dante ¿qué opinás?

Anne, aún incrédula, miró al tipo que decía ser Harrison. Esté le hizo una sonrisa y Anne quedó perpleja

-Te creo, te creo, es él, ¡lo reconocería en cualquier parte! –dijo emocionada

-No sabía que a vos también te gustaba George

-¡Si, si! Pase, señor Harrison.

George pasó y Anne llamó a Dante. Para cuando el chico llegó, George ya se había quitado el disfraz.

-¿Lo conocés? –pregunto Anne a su hijo

El chiquito no reaccionaba, parecía que tenía miedo, como algunos niños cuando les dicen que tres hombres con capa y corona que están en la tienda son los Reyes Magos.

-¿Como se llama? –preguntó George a Eva

-Dante

-Hola Dante, soy George, no tengas miedo.-le extendió la mano

El nene se acercó, desconfiando, hasta que George lo tomó y lo sentó en sus rodillas.

-¿Aún dudás de quien soy?

-No...no sé...

George sólo sonrió y con una seña le indicó a Eva que le alcanzara una guitarra. Dante se bajó y George tomó la guitarra, para luego cantar un fragmento de “Do you want to know a secret?”

-¡Si! ¡Sos vos! –gritó el niño, feliz

-¡Al fin! –George tomó a Dante y nuevamente lo sentó en sus rodillas- sos muy difícil, como Eva –le dijo al oído, el chico lo miró extrañado.

Charlaron un rato, Dante se dió el gusto de decirle que quería ser como él, le firmó un poster y se sacó unas fotos tanto con el pequeño como con Anne. Eva ya lo estaba despidiendo cuando George se paró inmóvil, frente a ella.

-Te falta cumplir a vos –le dijo serio

-¿Ahora? –preguntó distraídamente

-Ahora –respondió aún mas serio

-Voy a arreglarme

-No te arregles tanto, así estás bien.

Eva subió las escaleras y se puso un vestido corto blanco con florcitas rojas, unas medias pantys blancas y unos zapatitos chatos también blancos. Aunque su colgante con el signo de Om no pegaba mucho con el atuendo, ya que era de madera, no le importó, no se lo sacaba por nada. Se peinó un poco y se puso unos aritos.

Bajó las escaleras y George aún charlaba con Anne. Sintió algo....¿celos? No, de ninguna manera.

-¿Vas a ir así? –le preguntó a George, refiriéndose a su vestuario

-No queda otra. Pero iremos a un lugar donde van famosos, ahí me lo sacaré y nadie molestará.

Se despidieron de Anne y Dante y salieron caminando, rumbo al “lugar de los famosos”

sábado, 6 de agosto de 2011

Capitulo 16 Un gran susto y un gran hogar

Se prendió la luz y violentamente le tomó un brazo y la dió vuelta. Eva comprobó aterrorizada que era el dueño de la casa, el famoso “hombre enojado”. Quiso gritar, pero fue en vano, solo salió de su garganta un quejido inaudible, además el hombre aún le tapaba la boca con la mano.

-¿Pensabas que te ibas a ir así nomás, bonita? –dijo el hombre en su oído

Eva tuvo aún mas miedo. El hombre retiró su mano de la boca de ella, y la abrazó fuertemente por la cintura

-¡Suelteme perro! –gritó lo mas fuerte que pudo

-No, no te vas a escapar tan fácil –le besó el cuello y trató de desprenderle el pantalón

-Suelteme!! –gritó una vez mas, pero se dio cuenta que sería en vano, nadie la escucharía.

Se desesperó, e hizo lo primero que se le vino a la mente: le pegó un rodillazo en los testículos con todas sus fuerzas. El hombre se dobló del dolor, y Eva, ya liberada, agarró un florero que había cerca y se lo partió en la cabeza, desmayandolo. Corrió hacia la calle, para ir hasta la casa de Anne. Pero se detuvo, era muy tarde para despertarla, además quedaba muy lejos, así que decidió ir a la casa de Jenny.

Corrió hasta que no dio mas, asustandose de cualquier sombra que veía, ya que pensaba que el hombre la seguía. Llegó hasta el departamento y se prendió al timbre, quería que le abriera lo mas rápido posible. Jenny abrió, estaba en camisón y con el pelo revuelto.

-¿Sabías que son las 4 y media dela mañana?-preguntó con voz adormilada

-Jenny, ayudame! –se abalanzó sobre ella, llorando

-Ey muchacha ¿que te pasa?-Jenny se estaba asustando-entrá, sentate

Eva se sentó en una silla y Jenny se quedó parada, mirandola.

-¿Qué pasó?

-El dueño de mi casa...

-¿Qué pasó con el?

-Quiso violarme –dijo sollozando

-Niña...eso es muy grave...vamos, no llorés, no pasó nada ¿no? ¿no te lastimó?

-No, creo que no...

-Tranquilizate, ¿mañana no te ibas a mudar?

-Si, pero no me animo a ir...le di un florerazo en la cabeza...encima dejé mi cámara y mi cuaderno...

-¡Cierto! Hoy era la fiesta

-Si, si...estuvo linda....estuvo Ringo

-Ay ay ayy...jajaja eso fue lo bueno de la noche

-Si...lo único bueno...

-Por mañana no te preocupes, yo te voy a acompañar y le voy a decir a Joseph, así si está el tipo no te hace nada. Y hacemos la denuncia

-No, dejá, ¿para qué la denuncia? No me van a creer...

-Si, en eso tenés razón, lamentablemente.

-Mañana es domingo ¿no? A la tarde el tipo no está.

-Bien, a la tarde vamos. Ahora acostate.

Jenny colocó una almohada y una frazada en un sofá y Eva se acostó, durmiendose al instante.

Se despertó porque Jenny estaba sentada a su lado.

-Evy...son las 11...

-Uy, que manera de dormir...

-¿Te sentís bien?

-Si, si

-Bueno, en un rato viene Joseph

Se levantó, se lavó la cara y tomó un poco de té. Al rato Jenny terminó de hacer el almuerzo, Eva comió bastante y ayudó a lavar los platos. Joseph llegó.

-Hola Eva, ¿es verdad lo que me contó Jenny?

-Si Joseph, es verdad

-Bueno, las acompaño ¿llamaste al flete?

-Si, ya deben estar allí.

Joseph las llevó en su auto hasta la casa. El camioncito del flete estaba esperando, y por suerte el hombre no estaba. Eva abrió con sus llaves y los empleados del flete cargaron sus muebles y los trasladaron hasta la casa de Anne. Encontró tirados su cámara y su cuaderno, por suerte estaban en perfectas condiciones. Tiró sus llaves sobre una mesa y salió de la casa.

-Gracias Joseph, por suerte el tipo no está.

-No me agradezcas, ahora Jenny y yo nos vamos

-Gracias Jenny por todo

Fue hasta la casa de Anne, los empleados ya estaban bajando sus muebles. La saludó a ella y a Dante y se puso a acomodar todo.


Los chicos disfrutaban de la tarde del domingo tirados en el pasto del parque de su mansión, hablando de chicas, canciones, tragos, y varias cosas mas. George fue a adentro a buscar algo para comer y aprovechó para meterse en la habitación de Paul.

-Tiene que estar por acá –se acercó a un escritorio, y abrió un cajón.

Vio una libreta y esbozó una sonrisita. Abrió la libreta.

-¿Tantos números de mujeres puede tener? –dijo al ver un sinfín de números telefónicos de chicas y no tan chicas. Encontró, encerrado en un corazón, el nombre “Eva” y dos direcciones.

-Que McCarney tan cursi –dijo riéndose- ¿cuál de las dos direcciones será? Bueno, anoto las dos.

Arrancó una hoja de la misma libreta, tomó una lapicera que había sobre el escritorio y anotó las dos direcciones. Dejó todo como estaba y salió muy sonriente.

-Nadie le gana a Harrison –dijo para sí mismo con una gran sonrisa.


Llegada la noche, Eva por fin había terminado de acomodar todo. Se tiró en su cama, estaba muy agotada, pero sintió que alguien golpeaba la puerta

-Pase –dijo incorporándose

La carita de Dante asomó tras la puerta

-Dice mi mamá si querés comer, ya está la cena –dijo tímidamente

-Claro, ahora voy, gracias por avisarme

Eva presintió que el pequeño no la había escuchado, ya que sus ojitos estaban posados en algo: su guitarra

-¿Pasa algo Dante? –preguntó con una sonrisa

-¿Tenés guitarra? –dijo asombrado

-Si, es mía, ¿te gusta?

-Si, cuando sea grande voy a ser como George Harrison y voy a salir en la televisión –exclamó con una gran sonrisa

-George Harrison....-repitió en sus pensamientos- le gusta George...hasta este niñito tiene su beatle preferido, y yo no...

-Así que te gustaría tocar la guitarra, eh!. Si tu mamá te deja, podría enseñarte algo

-¿Si? ¡Gracias!

-Ojo, primero debo preguntarle a tu mamá. Y tenés que portarte bien

-Siempre me porto bien –replicó frunciendo el ceño

-Bueno, por ahora vamos a cenar –se levantó de su cama, y junto con Dante bajaron rumbo a la cocina.

Allí estaba esperando Anne con la mesa servida

-Mmmm...eso huele muy rico –dijo Eva

-Jajaja, no exageres

Se sentaron a la mesa, Dante miraba cómplicemente a Eva y ella le guiñaba el ojo.

-Ehhh....Anne...sé que recién nos conocemos y no debería meterme, menos en la educación de tu hijo...

-¿Qué hiciste Dante? –interrumpió Anne, mirando a su hijo

-Tranquila, no hizo nada –dijo Eva-al contrario, es muy educado. Pero me dijo que le gustaría tocar la guitarra.

-Si, intenté enseñarle a tocar el piano, pero no, él dice que George Harrison no toca el piano, toca la guitarra y por lo tanto quiere tocar la guitarra.

-Yo tengo, podría enseñarle. Claro que...si vos querés

-¿De verdad me decís? Claro que podés, así me deja tranquila jajaja. Pero si te molesta mucho decimelo.

-No, no molestará.

Dante sonrió pícaramente y Eva también le sonrió

-Bueno señor, ¿cuándo empezamos?

-¡Ahora!

-Primero tomá toda la sopa

-¡Está bien! –dijo entusiasmado el nene.

Cuando terminó la cena, Eva buscó su guitarra y se sentó en la sala con Dante. Antes cantó “Yes it is” a pedido “del público”. Luego sentó al pequeño y le puso la guitarra en las manos.


Al día siguiente, George se levantó temprano, se disfrazó un poco y salió rumbo a la primera dirección que tenía anotada.

jueves, 4 de agosto de 2011

Capitulo 15 Fiesta, baile, entrevistas....

-Ho...Hola Ringo! –no esperaba ver ese par de ojazos entre ese montón de gente

-No pensaba que pudiera encontrarte –mintió, estaba feliz de que le haya tocado en suerte ir a esa fiesta

-¿Cómo estás?

-Bien, bien ¿vos?

-Bien ¿los otros chicos?

-John y George en unas cenas y Paul en otra fiesta, tuvimos que hacer un sorteo, porque no podemos repartirnos en todos los lugares jaja

-jaja me imagino, debe ser dificil

-¿Querés tomar algo?

-Ehhh no, estoy trabajando

-Ah, disculpame ¿qué tenés que hacer?

-Entrevistar o sacarle fotos a alguien famoso

-Hay a patadas no te será dificil jaja

-jaja es verdad, bueno, voy a ver a quién le pregunto algo

-Te acompaño si querés

-¿Si? Bueno así me hacés el camino mas fácil, porque no me conoce nadie, será difícil que alguien me dé bola jajaja

-Fantástico, jugaré a ser periodista

Eva lo miró y le hizo una sonrisita. El primero fue Mick Jagger

-Hola Mick-dijo Ringo-ella es una amiga periodista, quiere hacerte unas preguntas

-Hola soy Eva –dijo sonriendole a Jagger

-Hola Eva, preguntá lo que quieras

Le hizo dos o tres preguntas, ya que había muchos que querían hacer lo mismo, y sacó dos fotos.

-Mmm....el próximo será....¡Keith Moon!

-¡Que certera! Jajaja

Se acercaron, Keith tomaba un trago con unas chicas también periodistas.

-Hola colega-dijo Ringo riendo

-Hola batero! –saludó Keith

-Ella es Eva, una amiga periodista

-Hola nena, preguntá lo primero que se te ocurra

-jajaja ok!

También le hizo unas preguntas, pero las otras chicas la miraban mal, asi que se fue, y se dirigió a Bob Dylan

-Bob, amigo, ¿que tal?

-¡Hola Starkey! ¿Como estas? Bueno, veo que bien....linda compañía

-Es mi amiga Eva, es periodista. ¿Te podrá hacer algunas preguntas?

-Claro que si

Tambien le hizo un par de preguntas, Bob era muy simpático, y era uno de sus idolos

-Gracias Ringo, serás el responsable de otro aumento de sueldo

-jajaja,. ¿si?

-Claro, aunque les hice pocas preguntas a cada uno, son importantes, sin tu ayuda, ni siquiera me hubiera podido acercar

-Ahora si, ¿tomas algo conmigo?

-Un momento, voy a tomar unas fotos generales de la fiesta

Sacó unas fotos y fue con Ringo hasta la barra

-¿Y que tal tu vida?-peguntó Ringo con una copa de champagne en la mano

-Bien, normal, estoy mudandome, por suerte

-Ahh, que bueno ¿queres bailar?

-Ehhh...no sé, yo...-no terminó de decir nada que ya Ringo la habia arrastrado a la pista.

-¡Bailas bien!-dijo Eva riendo

-No mientas, solo payaseo

-No, no,de verdad

Bailaron rock and roll y twist hasta que llegaron “los lentos”. Eva decidió alejarse, para tomar algo, tenia sed y queria evitar ese momento que consideraba incomodo, pero Ringo la agarró del brazo para seguir bailando

-Detesto los lentos –dijo Eva, mas para si misma que otra cosa, pero Ringo la escuchó

-A mi me encantan

Le tomó las manos y las puso alrededor de su cuello, lo que produjo que Eva se sonrojara al maximo. Sin embargo, se abrazó a el. Estaba sintiendo su perfume cuando una voz interrumpió todo

-Eva estas trabajando

Se separó de Ringo y vio a Margaret, que la miraba raro

-Ehh... tenes razon Margaret, perdón-dijo muerta de vergüenza

-Yo me voy, ya entrevisté a todos los que queria, y esta música no me gusta

-Claro, yo ya me voy tambien si queres voy con vos....

-Esperá Eva –Ringo intervino en la conversacion

-Quedate Eva, pero no olvides que la fiesta no es para vos –dijo Margaret, con voz cómplice, lo que hizo que Eva se extrañara

-Si, si, ya me voy

Margaret se fue y Eva se fue a tomar algo

-Perdoname, la culpa fue mia-dijo Ringo apenado

-No, no, la culpa es mia, olvidé que estoy trabajando

-jajaja, en cierto modo yo también estoy trabajando, si fuera por mi estaría durmiendo, los chicos deben estar aburridísimos jaja

-Pobres!

-No creas, habiendo chicas Paul se entretiene –lo dijo de modo que Eva se diera cuenta que clase de tipo era Paul- y John y George están en las cenas, si hay buena comida deben estar arrasando con todo

-jajaja, ¿tanto comen? –no, no preguntaría por lo que dijo de Paul

-Si....The Beatles son: Paul, yo y dos pirañas

-jajajaja que malo!

-Es la verdad! Ay... estoy muy cansado....

Buscó en un bolsillo, sacó unas pastillas y se tomó dos

-¿Querés? –dijo extendiendo la palma de su mano con unas tres pastillas

-No, no tomo pastillas

-Es Preludin, te ayudan a seguir cuando no das mas

-No gracias, no estoy cansada

-Agarralas, tomalas cuando las necesites

-Ok –agarró las pastillas con desconfianza y las metió en un bolsillo de su pantalón

Unos periodistas se acercaron a Ringo y comenzaron a apabullarlo de preguntas. Eva decidió irse de allí, se sentia “agregada”. Dio vueltas por el alón, sacando mas fotos, hasta que Ringo la encontró

-Ey, te fuiste!

-Si, estabas ocupado

-No importa, vamos a tomar algo mas ¿querés?

-Bueno

Les sirvieron unos tragos largos muy ricos. Ringo realmente parecia cansado, pero charlaba animadamente. Eva la estaba pasando bien, hasta que tuvo que aparecer...el estúpido

-Hola Eva te habia perdido

-Hola Edward-contestó indiferente

-¿Quién es tu amigo? –preguntó Edward, con voz desconfiada

-Hola soy Ringo Starr

-Ah...el de The Beatles ¿no?

-Si, el mismo

-Ahhh...-respondió Edward con displicencia

-Ehhh Ringo él es un compañero de trabajo, Edward-presentó Eva

-¿Qué tal Edward?

Edward miró a Eva, pegó media vuelta y se fue

-Simpático compañero –bromeó Ringo

-Es un pesado, vos no sabés porque tus compañeros son buenos, pero este... –respondió Eva mirando hacia donde se había ido Edward –...bueno..me voy...

-¿Si?

-Si, muchos fotógrafos se fueron, la fiesta es de ustedes

-Esperá, yo también me voy ¿te llevo?

-No, no, gracias

-De verdad te llevo, es muy tarde

-Es que...no es lindo el lugar donde vivo –rió nerviosa

-Justamente por eso te llevo, para que no te pase nada

-Pero...

-No te preocupes, te acerco unas cuadras aunque sea

Asintió y salieron del salón, hacía mucho frío, subieron a la limusina de Ringo. Llegaron a unas tres cuadras de la casa de Eva.

-Acá está bien. Gracias por traerme

-No, no vas a ir sola hasta tu casa. Te acompaño caminando

-No, no te preocupes, voy a estar bien, ademas te van a reconocer

-No anda nadie en la calle.

Ringo abrió la puerta de su lado y le abrió la puerta a Eva. Salieron caminando rumbo a la casa.

-Hace mucho frio-dijo Ringo bostezando

-Si, además es muy tarde, no estoy acostumbrada a trasnochar

-¿Querés mi saco?-dijo sacandoselo

-No, no, hace frio, tenelo puesto, podés enfermarte

-jaja, ya sabes que soy delicado de salud

-Todos dicen eso.

-Sin embargo...puede haber un remedio-miró fijamente a Eva, ella lo ignoró y siguió caminando

-Es acá-dijo señalando una puerta-gracias por acompañarme

-De nada. Espero que volvamos a vernos

-Seguro que si. Y gracias por todo lo que hiciste por mi esta noche, las entrevistas, el baile, las pastillas, el viaje hasta aca, acompañarme...

-No agradezcas nada, fue con gusto. Nos vemos.

-Chau Ringo.

Vio como se alejaba por la calle, y solo suspiró. Abrió la puerta, dentro de la casa estaba todo oscuro. Entró y cerró la puerta con llave. Tanteó hasta llegar a las escaleras, iba a dar un primer paso en el escalón, hasta que escuchó un ruido detrás de ella y alguien le tapó la boca.

martes, 2 de agosto de 2011

Capitulo 14 La fiesta importante

Cuando llegó a su casa vio que “el hombre enojado” o sea, el dueño, estaba parado en la puerta. Era una buena oportunidad para decirle que se iba

-Buenas tardes…

El hombre solo levanto una ceja y exhaló el humo del cigarrillo que pitaba

-Ehh….quería decirle que en unos días me voy

-Va a tener que pagar todo el mes

-¿Todo el mes? Pero si solo voy a a estar dos o tres dias de este mes que entra

-No importa. Paga todo el mes

-Asshh…está bien

Entró y empezó a sacar sus libros y sus discos de su biblioteca, para comenzar a meterlos en cajas y al día siguiente trasladarlos a su nueva casa. En eso estaba cuando vino a su mente lo ocurrido esa tarde. Recién estaba reaccionando en que había tratado pésimo a Paul. ¿Por qué? No lo sabía. ¿Si le gustaba tanto, por qué lo trataba así? Con cualquier persona común y corriente hubiera sido muy agradecida, sin embargo a él lo trató mal, le despreció el café, le exigió que la llevara a su casa…

-¡Sos una histérica de mierda!-se dijo mientras pateaba una bolsa con papeles viejos

No sabia que Paul estaba muy contento. Mientras llegaba a la casa anotó en una libreta su vieja y su nueva dirección. Entró y se encontró a John cantando a toda voz

-Paulie que cara feliz –dijo dejando de cantar

-Que bien, dejaste de aullar. Y si vengo muy feliz

-¿Por qué? ¿compusiste algo nuevo?

-No

-¿Conseguiste droga gratis?

-No

-Entonces es una chica

-jeje si…

-¿Cómo es? ¿Cómo es?-preguntó desesperado el guitarrista

-La conoces

-No! ¡Otra vez la bendita chica de violeta!

Se abrió una puerta y se asomó George

-¿Alguien nombró a Eva?

-¡No, no y no! Me tienen cansado con esa! Paul parece que tiene algo con ella

-¿Qué? –preguntó furioso George

-Mentira, no le hagas caso…pero estuve con ella

-¿Qué? Te voy a matar!

-¡Pará!¡No estuve en el sentido que estas pensando! La llevé en mi limusina, estaba buscando casa para mudarse

-Ahh…me quedo mas tranquilo

-Quise secuestrarla pero no me dejó

-¿Qué?-preguntó otra vez furioso George

-Oigan ¿que son esos gritos?-Ringo entró con un helado en la mano-dejen de molestar

-Es sobre Eva-dijo John, indiferente

-¿Qué le pasó?-preguntó Ringo desesperado

-Ay, nada, bueno, digamos que si, la pobrecita tuvo que aguantar andar en limusina con Paul-dijo George

-McCartney!!!! Dejá de robarte mis mujeres!

-Lo siento. Pero la encontré en la calle, no podía desaprovechar esa oportunidad. Igual…vaya que es difícil…cualquiera daría cualquier cosa con tal de que solo la miraramos un instante y ella…

-Es un histérica-completó John

-¡Lennon!-gritaron los otros tres

-Y eso es lo que me gustó –dijo Ringo-me dijo que no sabia como se contenía, pero lo hacía

-Entonces quiere decir que quiere algo con alguno, si se está conteniendo debe ser por eso

-No, creo q dijo contenerse en el sentido de gritar como loca y eso, no en otro sentido…bah, no sé

-¿Quién entiende a las mujeres?-dijo John

Golpearon la puerta y entró Brian, con cara de preocupado

-Chicos el sábado están invitados a dos cenas y dos fiestas

-¿Eh?-dijeron los cuatro

-Si, tendrán que sortearse quién irá a cada lado, de mas está decir que las dos cenas serán aburridísimas para ustedes, una de las fiestas no sé, y la otra es muy importante, habrá muchos actores, estarán los Rolling, Bob, The Who y otros mas

-¡Quiero ir a esa!-gritó John-así hago “fondo blanco” con Mick

-Nada de eso, estará lleno de fotógrafos, así que nada de desmanes

-Uh…

-Bien, hagamos el sorteo


Al día siguiente, Eva tocaba la puerta de la casa de Anne. Era muy temprano y estaba con unas cinco cajas con cosas. Anne abrió la puerta medio dormida

-Hola Eva que temprano venís

-Perdón Anne es que quería traer estas cosas antes de entrar al trabajo…

-Claro, no hay problema, pasa

Eva entró las cajas con cierta dificultad, ya que pesaban mucho y ya estaba cansada, había tenido que llevarlas hasta la parada del autobús y luego viajar con ellas.

-Hice un juego de llaves para vos-dijo Anne-ésta es la llave de la casa, ésta la de una de las habitaciones y ésta la de la otra-explicó mientras le mostraba las llaves

-Gracias Anne, sos muy amable

Subió las cosas y mas o menos las acomodó hasta que se dio cuenta que llegaría tarde y se fue.

Cuando llegó al trabajo fue directo a la oficina de Joseph, le entregaría la nota que le había hecho a The Beatles. Joseph quedó muy sorprendido cuando la leyó

-Eva, esto hará que te aumentemos el sueldo

-¿De verdad?

-Claro, es una nota muy importante

-¡Gracias!

-Ah, me olvidaba, el sábado habrá una fiesta imponente, estará lleno de actores, pero también habrá músicos, de todo tipo, así que pensé en enviarte a vos, a Margaret y a Edward

-Perfecto –respondió, aunque la idea de ir con Margaret y el “estúpido” se le hacía bastante rara

-Vos te encargarás de los que hacen rock

Eva se despidió y se dirigía a su escritorio cuando Jenny se le apareció de sorpresa

-Evy!!! –le gritó cerca de la cara

-Ay Jenny! ¡Vas a matarme de un susto!

-Jajaja ése era el objetivo, qué lástima, fallé, la próxima seré mas cruel

-No me causa gracia

-Joseph te dijo lo de la fiesta ¿no?

-Si

-Jajaja tendrás que ir con Margaret

-Ya lo sé…

-Y….¿qué pensás ponerte?

-Cualquier cosa, si voy a ir con ellos, además nadie se fijará en mi ,solo en los famosos que estén

-¿Y si están tus “cuatro dudas”?

-¿De qué hablás?

-De una banda un poquito famosa, que tiene cuatro integrantes que son de Liverpool y de los cuales estás profundamente enamorada

-No estoy enamorada, simplemente me gustan

-Bueno, como sea, ¿qué te vas a poner?

-Ya te dije, cualquier cosa

-Ok, ponete lo que quieras

Llegó el sábado y Eva se puso prácticamente lo primero que encontró. Unos pantalones de gabardina negra con rayitas grises, una camisa rosada y un suéter también rosado. Unas botas negras, su cámara al cuello, un anotador y lápiz. Salió caminando, eran cerca de las 20.30 y en la puerta del salón a donde debía ir se encontraría con Margaret y “el estúpido”. Llegó y ellos ya estaban

-Hola Margaret, Hola Edward

-Hola Eva, qué bien te ves-dijo el estúpido

-Gracias….¡Margaret estás muy linda!

-Gracias Eva, es que me gusta vestirme bien para estas ocasiones, pienso encontrarme con grandes de la música clásica actual

-Eva cuando entremos ¿querrías bailar conmigo?

-Edward no es una fiesta para nosotros, es para los famosos

-Ya lo sé pero….¿y tomar algo?

-No. Ocupate de entrevistar a jazzistas

-Pero…

-No.

Un hombre les avisó que ya podían entrar y así hicieron. Estaba lleno de personalidades, Eva quería pedirles autógrafos a muchos, pero no, tenía que ser responsable, estaba trabajando. Margaret enseguida encontró unos cantantes de ópera así que se separó de ellos y fue a entrevistarlos.

-Eva ¿por qué no buscamos juntos a los jazzistas?

-No, yo soy la encargada del rock, no del jazz

-Pero ¿no puedo ir con vos?

-Ayy, me fastidiás, dejame trabajar tranquila

-Qué carácter tenés

-Mirá, ése que está ahí…¿no es trompetista?

-Ahh si, tenés razón

-Bueno, andá a entrevistarlo

-¿Por qué?

-¡Porque hace jazz!

-Ayy tenés razón, cómo sabés!

Eva solo puso los ojos en blanco y Edward se fue, al fin se lo pudo sacar de encima. Comenzó a mirar para todos lados hasta que escuchó una voz conocida atrás suyo

-Hola Eva

Se dio vuelta y lo vio.