sábado, 1 de septiembre de 2012

Capitulo 42 La noche tira un salto mortal


-¡El sábado tenemos una fiesta! –informó George entrando a la habitación –Uy,....perdón por no golpear.
-No importa –respondió Eva sonriéndole –No estaba haciendo nada importante –miró su guitarra, la tenía entre las manos.
-Está desafinada –George la señaló.
-No, no lo está.
-Que sí...-insistió él, y se la sacó de las manos, para comenzar a afinarla.
Haciendo honor a la fama que tenía de afinador extra rápido, en menos de 4 minutos la guitarra estaba lista. Eva volvió a tocarla, aunque no notó ninguna diferencia.
-Para mí está igual.
-Eso es porque te falta oído, no sos genia como yo.
Eva rió, hasta que la cara de John se asomó por la puerta.
-¿Son cosas mías o alguien dijo fiesta?
-Ja, estás obsesionado. Si, yo dije que el sábado hay fiesta. Y grande. Por darte nombres, estarán los Rolling, Bob, The Who, y The Kinks.
-Uy, no me lo pierdo por nada. Eva, vos venís si o si.
-Pero.....¿qué me pongo?
-La eterna pregunta de las mujeres –rió George.
-Si fuera por mí, nada –dijo John con picardía.
-Vamos, hablo en serio.
-Nada importante, será informal.
-Genial. Pero....¿cómo me llevarán a mi?
-En auto.
-John...vamos. Me refiero en calidad de qué.
-No había pensado en eso –George se puso serio –Mmm....como asistente. Si, asistente de la banda. Nadie sospechará nada.
-Pero, si dicen que es informal, ¿para qué estará una asistente?
-Excelente pregunta. Qué inteligente, por algo sos mi novia.
-John....
-Georgie, tranquilo.
-¡Es que también es mi novia!
-Ey, ey, ey, ey, no empiecen –Eva los separó –Vamos, hay que buscar una explicación.
-Bueno....-dijo John –Iremos con nuestra asistente aunque sea algo informal, porque la asistente es nuestra amiga y la invitamos.
Eva y George se miraron y asintieron.
-Será perfecto –dijo George.
-Coincido. Bueno chicos, será mejor que me vaya a dormir, mañana tendré un día que, de sólo pensarlo, me agoto.


Efectivamente, el día siguiente fue demasiado cansador, y recién a última hora pudo sentarse, tranquila, a fumar. Pero el teléfono la sobresaltó. Era Jenny.
-Eva, aquí hay un hombre y una mujer que te quieren ver.
-¿A mi?
-Si....el hombre es de apellido Scott y la mujer es Murray.
-Mmm....no los conozco. Deciles que suban.
Cinco minutos después, un hombre mayor, de cabellos ya blancos, y una mujer joven, rubia, estaban sentados frente a Eva.
-Es un gusto conocerla, señorita Sheels –dijo la mujer –Se preguntará quiénes somos.
-Bueno....no se equivocan –respondió amable.
-Tenemos un instituto de fotografía –dijo el hombre –se dan clases, se hacen exposiciones, se promocionan a nuevos talentos en Europa y América.....
-Ah que bien –en sus adentros pensaba que querían publicidad para su instituto, y ya estaba esperando que terminaran de hablar para mandarlos al departamento d publicidad.
-Estamos interesados en su trabajo –continuó el hombre.
-¿Mi trabajo?
-Así es. Creemos que lo que hace es muy bueno –afirmó la mujer.
-Pero....sólo tomo fotografías a bandas o cantantes, o en eventos de rock....No veo qué pueda aportar a un instituto de fotografía.
-¿Nunca ha hecho fotografías artísticas? –peguntó la mujer.
-Bueno....si, cuando estudié, y a veces salgo a la calle y lo hago, pero jamás las publiqué. Tampoco creo que sean “artísticas”.
-¿No tiene nada para mostrarnos?
-Mmm.....-Eva mió a su alrededor, hasta que dio con un pequeño cuadrito, que estaba detrás de ella –Esta fotografía la tomé yo. Es de mis preferidas.
Murray y Scott tomaron el cuadrito y lo miraron con detenimiento. Era una fotografía en blanco y negro de una calle prácticamente inundada por la lluvia, donde varios automóviles esperaban que una niña con paragüas terminara de cruzar. Ambos se miraron.
-No necesitamos mas –dijo la mujer con una sonrisa -¿Le interesaría tomar algunas para luego exponerlas con nosotros?
-Ehh..ehh-....no sé si pueda, yo....
-Nos gusta lo que hace –la interrumpió Scott –Usted tome las fotografías que quiera, luego las seleccionaremos para la exposición.
-¿Y sobre qué tiene que ser? –preguntó, aún llena de dudas.
-Sobre lo que quiera. Aquí les dejo nuestra dirección y los números de teléfono –dejó una tarjeta sobre el escritorio.
-Señorita Shells, sería un gusto tenerla con nosotros –Murray se puso de pie, y ayudó a Scott a hacerlo. Se despidieron y se fueron.
Eva quedó pensativa. La propuesta era buena, a veces se le había cruzado por la cabeza exponer, pero la forma tan extraña en la que habia llegado la oportunidad, la hacía dudar. Jamás había considerado a sus fotos como artísticas. Para ella eran simplemente “buenas” o “malas”.


-Voto por el “Si” –dijo Ringo levantando la mano
-Yo también –George hizo lo mismo, y John y Paul lo siguieron.
-Chicos.....no sé. Aparte, ¿a qué le voy a sacar fotos?
-A nosotros. Yo soy lindo –Paul hizo su mejor sonrisa –Mentira, tomale fotos  a lo que encuentres.
-Mmm......sí. –se quedó pensativa –Después de todo, creo que cada cosa tiene un lado artístico que merecen que se muestre. Si.....tal vez acepte.
-Tal vez, no. Vas a aceptar –dijo John, serio.
-Ya mismo llamás –Ringo le acercó el telefono
-Pero....
-Llamá.
-¿Y si...?
-Llamá.
Suspiró, y sacó de un bolsillo la tarjeta. Discó el número.
-Soy Eva Sheels –respondió cuando preguntaron quién era del otro lado de la línea.
-Eva Victoria –corrigió John, pero Eva le hizo señas de que se callara.
-Ah, hola señora Murray –saludó –Llamo para decirle que acepto la propuesta.


Ya era sábado, de mediodía, y Eva se prendía los botones de una blusa floreada, mientras escuchaba el barullo que provenía de la cocina.
-¿Se puede? –Paul se asomó.
-Claro.
-Ey, qué arreglada. Te invito a salir esta tarde.
-Lo siento Paulie, hoy debo salir con otro hombre.
La miró, y levantó una ceja. Eva largó una carcajada.
-¿De qué te reís?
-De tu cara. ¡No seas celoso! –rió –Si te digo Dante, ¿te suena?
-¿El chiquito que vivía con vos? ¿Vas a salir con él?
-Así es. Iré a visitar a Anne y de paso lo llevaré a alguna plaza, para que juegue.
-Que idiota, pensé que ibas a salir con un tipo.

Luego del almuerzo, fue caminando hasta la casa de Anne. Allí se encontró a Jenny y Patrick.
-¡Eva! –gritó Dante corriendo hacia ella
-¿Cómo está el nene mas hemroso de todos? –dijo levantándolo en brazos.
-¡Bien! Ya falta poco para que termine el jardín, ¡voy a empezar la escuela!
-¡Eso sí que es genial! ¿Que te parece si lo festejamos....yendo a pasear?
-¡¡¡SI!!!
Anne le cambió la ropa a Dante, mientras Eva charlaba con la pareja, que parecían estar cada vez mas enamorados. Por suerte, todo estaba saliendo bien para ellos.
Cuando Dante estuvo listo, Eva se lo llevó.
-Te llevaré a una plaza.
-Está bien, pero no quiero ir a la que está acá cerca. Esa ya me tiene aburrido.
-Iremos a otra, está lejos, así que tendremos que tomar un bus.
-¡Si, yo quiero viajar en bus!
Enseguida tomaron uno y en cuestión de minutos, estaban en una enorme plaza, casi como un parque, donde Dante corrió, subió a todos los juegos y se llenó de arena. Todo seguido por Eva, que pensaba que llegaria muy cansada a la fiesta de esa noche.
El sol se fue escondiendo, y Dante ya estaba cansadísimo. Tomaron otro bus para regresar, no sin antes comprarse unos copos de azúcar y algunas golosinas. En el trayecto, el nene se quedó dormido, así que tuvo que llevarlo en brazos hasta su casa.
-Estás muy cansada –dijo Anne acostando a su hijo en un sillón.
-Si, pero no sabés lo que me divertí. Me hizo correr por todos lados.
Anne sonrió, pero su expresión enseguida cambió.
-Eva....hace un rato...llamó tu madre.
-¿Mi madre? Qué raro, sólo nos escribimos. ¿No sabés si pasó algo?
-No, igual se la notaba bien. Pensaba que aún vivías acá. Le dije que llamara después, porque no supe si darle el número nuevo o no.
-No, no, no se lo des, no quiero que sospeche nada. Dale sólo el de mi trabajo, y decile que....que....no sé, decile que donde vivo ahora no hay teléfono.
-Ok....
-La verdad, me extraña que llame.


Como la fiesta sería informal, no llegarían en limusina ni con custodia, sólo en sus autos particulares. Sin embargo, al llegar al lugar, se dieron cuenta que estaba lleno de fotógrafos.
-Ohh no...
-Tranquila Evy –dijo Ringo –Recordá que sólo sos “nuestra asistente”. No pasará nada.
Lo miró, tenía mucho temor y nervios. Ringo estacionó el coche y la ayudó a bajar.
-Estás muy linda.
-Gracias...
Los demás ya habían bajado se sus autos y juntos, esquivando los flashes, entraron a un gran salón, llenísimo de gente. John la tomó de la mano y comenzó a presentarle a todos. Si bien a muchos ya conocía gracias a su trabajo, ahora hasta podia verlos distintos, mas distendidos y relajados.
-¿Para qué trajiste a tu asistente? –ambos se dieron vuelta y vieron a Mick Jagger sonriéndoles con una copa en su mano.
-Ey Mick -saludó John –La traje porque aparte de asistente, es amiga.
-Ahh que bien ¿Y cómo te llamás linda?
-Se llama Eva Victoria. Después nos vemos Mick, tengo que seguir saludando gente –John casi la arrastró, y se la llevó.
-¿John, ¿qué hacés?
-No me gusta que te salgan con “Hola linda” “¿Como te llamás linda?”.
-¡Pero si sólo me preguntó cómo me llamo! Tus actitudes pueden hacerlos sospechar.
-Los conozco demasiado bien. Y sabés que soy un enfermo de los celos.
Resopló, y se dejó guiar por él hasta una de las barras. Ringo se apareció con Keith Moon y comenzaron a charlar entre todos, hasta que Paul la sacó a bailar.
-¿Lo hago bien? –preguntó.
-No Paul, sos pésimo. Un tronco. –respondió riendo.
-Pero por lo menos soy lindo.
-Qué ego tenés, dejá de decirte lindo.
-Tenés razón, acá la única linda sos vos –se acercó a ella para besarla, pero lo separó con la mano.
-Ey Paul, recordá donde estamos.
-Uff, perdón, fue un impulso. Mejor no sigamos solos, porque meteré la pata. Te voy a presentar  a The Kinks.
Asintió y lo siguió hasta una mesa donde estaba uno de sus grupos favoritos. Se podría decir que estaba hasta emocionada por conocerlos.
-Bueno, éstos son los que te gustan –dijo Paul, riendo junto con la banda.
-Un gusto chicos –saludó.
-Sentate –Dave Davies le señaló una silla junto a él.
-Ella es nuestra asistente –aclaró Paul, para luego comenzar a charlar con Mick Avory.
-¿Cómo te llamás? –preguntó Dave.
-Eva.
-Vaya, lindo nombre. Es corto, pero lindo. Tienen suerte los Beatles de tener una asistente tan bonita.
-Bueno...gracias...
-¿Así que te gustamos?
-Si, me encantan, tengo todos sus discos.
-¿Y no te gustaría cambiar de banda? Estamos necesitando asistente
-Jaja, no gracias, con los chicos estoy bien.
-Mmm.....bueno, pero siempre se puede pensar en un cambio, ¿no? –sintió como Dave apoyaba su brazo en el respaldo de su silla, como si la quisiera abrazar. Miró a Paul, estaba muy entretenido charlando y tomando con los demás.
Miró hacia donde estaba John, y se sorprendió: junto a él estaba Bob Dylan, otro de sus mas admirados.
-Perdón, tengo que irme –prácticamente se zafó del brazo de Dave y caminó hacia John.
-Bob, ella es Eva –John la presentó cuando la vio acercarse.
-Hola Eva, ¿cómo estás?
-Bien Bob.
Reanudaron la conversación, pero como Eva no sabía de qué iba, no pudo unirse. Sólo  los escuchó, y con eso le alcanzaba, ya que ambos tenían una filosofía de vida que la impactaba. En un momento miró atrás y se petrificó: George y una pelirroja, charlando demasiado juntos. Sintió como los celos se apoderaban de ella, tuvo el impulso de ir y darle un empujón a esa mujer para sacarla de allí. Pero se contuvo al recordar dónde estaba. No podía interferir. Se alejó de John y Dylan, y pidió un trago en la barra. Se sentía ya un poco mareada, pero no le importó. Se sentó a tomar, y a mirar desde allí a George. Si no podía hacer nada, por lo menos lo vigilaría.
Hasta ella llegó un olor que reconoció enseguida. Marihuana. Había llegado la hora en la que todos dejaban los cigarrillos comunes por otros, el alcohol solo, para mezclarlo con pastillas, y algunos se retiraban a un lugar apartado para comenzar un viaje lisérgico.
-Sos la asistente de The Beatles, ¿no? –levantó la vista y vio nada menos que a Pete Townshend.
-Si....
-¿Y qué hacés acá sola? Por lo menos tomá esto –le dio un porro ya encendido, y le dejó un par de pastillas en la mano.
-Gracias –sonrió.
-De nada –como vino, se fue; y ella comenzó a fumar con tranquilidad, pero dejó las pastillas sobre la mesa.
-Hola Eva
-Ah, hola Dave.
-¿Qué hacés sola? Ahhh....ya veo –miró hacia donde ella tenía clavada la vista –Parece que Harrison consiguió una chica.
-Así parece –trató de disimular su enojo, pero le costaba.
-¿Querés bailar?
-No, estoy cansada, gracias. Hoy fue un día largo.
-Entiendo....¡Ey! ¿Y esas pastillas?
-Me las dio Pete Townshend.
-Son buenísimas, pero tomá sólo una.
-¿Pero qué son?
-No lo sé, pero son buenas.
-Eva, ¿por qué no venís conmigo? –miró a su izquierda y se encontró a Ringo –Estamos haciendo una especie de “competencia” –Eva lo miró mejor y sonrió. John no era el único enfermo de los celos.
-Está bien –se puso de pie y lo siguió –No estés celoso.
-Es que lo estoy. Y mucho. Podríamos decir que muchísimo. Y no me provoques porque no respondo de mi.
Sonrió y se sentó junto a él, en una mesa donde estaban los Who. La “competencia” era quién tomaba mas rápido un vaso de lo que sea. Se unió, pero los hombres eran demasiado rápidos.
-¿Puedo sumarme a esta noble causa?
-¡George! –exclamó Ringo –Claro que si, vení.
George se sentó al lado de Eva.
-¿Ya te aburriste de la pelirroja? –le dijo al  oído, aprovechando que no los estaban mirando.
-Sólo es una amiga
-Siempre dicen eso....
-¿Pensás que te dejaría? Vamos, no seas así..
-No lo puedo evitar.
-No pasa nada –le apretó la mano por debajo de la mesa.

Dos horas después, la fiesta era un descontrol. Y no sólo la fiesta, Eva también. La “competencia” le estaba pasando factura, ya que no paraba de reír, decir incoherencias, y sentirse mareada. Aún así, se la estaba pasando en grande.
-Evy....-Ringo prácticamente se tiró sobre ella, para besarla.
-¡Ringo! –a pesar de lo borracha, aún estaba conciente que allí sólo era “la asistente”.
-Todos están dormidos, y los que no, están demasiado drogados o borrachos –otra vez, intentó besarla, pero ella lo apartó.
-No, igualmente es un riesgo.
El se puso de pie, y casi la obligó a ella a hacerlo. Como pudo, lo siguió hasta un rincón oscuro, cerca de la entrada del salón. Allí la arrinconó contra la pared, para besarla casi con desesperación.
-Rin....Ringo....acá no –dijo apenas.
Él le sonrió con picardía, y le dio un beso rápido.
-Elegí: en mi auto o en el jardín.
Le sonrió, traviesa, y lo atrajo hacia ella agarrándolo de la corbata.
-En el jardín.

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Hola!!! acá volví, les recomiendo que escuchen el tema que le da título al capitulo:


2 comentarios:

  1. *_* Ese final: En el jardín 1313
    Ay yo sé que te lo he dicho mucho pero AMO TUS FICS! Y este tiene algo en especial que me encanta!
    Eva sí que tiene suerte, poder tener a semejantes hombres para ella solita! e_e
    Poligamia everywhere :D :D
    Abrazos !

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  2. Aaaaaahhhh! Otro final como este"! Bien, bien, bieeeennnn! Cómo me gusta!!!! jajajaja.
    Bueno, bueno, dejemos de lado mis emociones y sigamos adelante con el comentario (es que yo veo una escena sucia y me emociono de lo lindo, ya lo sabes, jajaja). Voy a usar la frase ya típica que siempre uso: "como siempre, el capi me encantó". Joder, siento ser repetitiva, pero es que es verdad. Creo que nunca serás capaz de hacer nada que no me guste, sinceramente,porque es que, te pasas, así de simple.
    Uy! Hoy hemos tenido fiestaaaaaa! Morí de risa con la escenita de celos entre John y George cuando John dice que Eva es su novia, jejeje. Bueno, técnicamente así es, no? aunque claro, también es novia de George (y de Paul, y de Ringo, jajaja).
    Ainsh... Estos chicos son todos unos celosos. Primero, George. Después, Paul, que cuando dice que va a salir piensa que ha quedado con un tío cuando en realidad ha quedado con Dante... Y hablando de Dante... Este chiquillo es mi ídolo. Sí, lo reconozco, me enamorado de él. De hecho, si alguna vez soy madre me pido uno como él! Es tan mono! Y de los activos que no paran, como me guatan a mí! Y si no, que se lo digan a Eva, que ha acabado más cansada que qué sé yo detrás de él, jajaja.
    Bfff, me dejaste intrigadísima con la llamada de la madre de Eva... Qué querrá? La verdad es que ni idea porque según Anne sonaba bien... Pero... No sé, me suena rara esta llamada. Al fin y al cabo no se llaman nunca... Jum! Habrá que investigar el asunto! :P
    Y bueno... Tenemos oferta de trabajo! Bien! Espero que le vaya genial en esto de las fotos artísticas! Sé que lo hará muy bien y además, es una cosa que le gusta muchísimo! Eva, querida, estás de suerte :D
    Ay! La fiesta! La fiesta me gustó mucho! Hubiera vendido un órgano para poder estar allí!(y no hablo de mi órgano Casio de cuando tenía 8 años, sino de un riñón, un pulmón o el cerebro -total, para lo que lo uso... jajajaja-)Bueno, la fiesta, aparte de para pillar una castaña digna de ponerse en un marco y exponerla en un museo (yo también quiero participar en esas competiciones que hacen y demostrar que soy una chica ruda de las montañas), le ha servido para conocer a sus ídolos. Y también ha habido celos... Celos de todos con todos. De John, de Eva con George (puta pelirroja, a por ella! Queremos pan! Queremos vino! Queremos a la pelirroja colgada de un pino! jajajajajaja) y de Ringo... Y hablando de Ringo... Uaaaahhhh! Final por todo lo alto con el Ritchie! lol
    Bueno, nena, sigue así, me encanta como va esto y ya sabes que cada vez que actualizas me pongo tan contenta que me dan ganas de tirar tracas y petardos, jajajaja.
    Un abrazo, crack! Muak!

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