jueves, 28 de julio de 2011

Capitulo 13 Un nuevo hogar

Eva siguió caminando hasta que alguien la llamó desde la limusina.

-¡Ey! ¡Eva!

Miró desconfiada y se encontró nada menos que con Paul

-¿Paul?

-Shh…subí antes de que alguien me vea

Se acercó para subir y recordó que hacía apenas unos instantes había deseado tener un auto como ese y ahora ya se estaba subiendo a el. Subió y cerró la puerta

-¿Cómo estas?-preguntó Paul con una sonrisa

-Bien…

-No vayas a pensar que te voy a secuestrar, solo pasé y te vi, y me pregunté si te podría llevar a algún lado

-Ehh…no…sólo estaba llendo hacia la parada del autobús para ir a un lugar, donde quizás me mude

-Ahhh ¿estás buscando nuevo hogar?

-Si, me cansé de donde estoy viviendo y comenzé a buscar, ya fui a dos lugares pero no me gustaron, ahora me toca ir a otro, pero está lejos

-Dale la dirección al chofer, te acompaño

-¿Si? Bueno, gracias

Eva le dio el papel al chofer y le indicó cual era la dirección a donde debía dirigirse

El viaje hasta allí transcurrió tranquilo, Eva no sabía qué decir y Paul, que parecía tan dispuesto a charlar siempre, tampoco decía nada. Al fin llegaron.

-Es allí, a media cuadra

-Ok, si paramos en la esquina ¿no importa? Es para que el auto no llame tanto la atención….

-¡No hay drama! ¡Gracias por traerme!

-Te espero

-¿Si?

-Si, andá tranquila, no tengo nada que hacer

Eva sólo sonrió y se dirigió hasta la casa. Tocó el timbre y esperó. Unos instantes después, una chica rubia, unos pocos años mas grande que ella, abrió la puerta.

-¿Si?

-Ehh…venía por el aviso del diario…

-Ah si! ¿Qué tal?

-Bien…quería saber si tiene lugar y cuánto habría que pagar

-Mamá…-un niño de unos 5 años se asomó, abrazandose a las piernas de su madre- no encuentro mi autito rojo…

-Esperame un momento, estoy atendiendo a la señorita, saludala-dijo la mujer a su pequeño

-Hola…-el chico saludó desconfiado a Eva

-Hola bonito –ella lo saludó con una gran sonrisa

-Pasá-le mujer le indicó que pasara

Eva entró a la casa tras ella y el nene, vio una sala pequeña pero acogedora, con un piano y unas escaleras de madera que subían. Una puerta que parecía dar a un jardín, otra puerta cerrada, a los costados una habitación y lo que parecía un comedor.

La mujer la hizo sentarse en un sillón que había

-¿Cómo te llamás? –preguntó

-Me llamo Eva Victoria Sheels, tengo 18 años y trabajo en una revista

-Yo me llamo Anne y vivo con él, Dante –dijo abrazando a su hijo- alquilo la parte de arriba de la casa, son dos habitaciones con baño, vení, voy a mostrartelas.

Subió por las escaleras de madera y le mostró las habitaciones. Eva quedó muy conforme, eran muy lindas, además podría disponer de una para poner su cama y algunas cosas, y en la otra sus libros y demás muebles, así que estaría muy cómoda, además el precio no era caro.

-¿Y vive sólo usted y el niño? –le preguntó Eva a Anne

-Si, bueno…hasta hace 6 meses vivía con mi esposo, pero falleció de manera repentina…así que decidí alquilar la parte de arriba de la casa para tener ingresos…

-Oh, lo siento mucho, disculpe, no sabía lo que le había ocurrido

-No te preocupes, no tenías la obligación de saberlo, recién me conocés

-Ok, entonces voy a alquilar

-¿Si? ¡Perfecto!

-Si, es muy lindo el lugar, no es caro y, pese a que me queda mas lejos del trabajo, siento que voy a estar mas tranquila

-Gracias, estaba buscando que alquilara alguien así, me inspiras confianza, vinieron otros pero no me gustaban mucho

-Gracias señora

-No me digas señora ni me trates de “usted”, tengo sólo 27 años

-¿27? Noté que era un poco mas grande que yo, pero…cuando conozco a alguien siempre tiendo a tratarlo de “usted” aunque sea joven –terminó de decir esto y en su cabeza se dijo que había 4 excepciones a esa “tendencia”

-Muy bien ¿cuándo te mudarías?

-Ehh…cuando usted pueda

-Vení cuando quieras, dejá de decirme “usted”

-jaja, perdoneme, digo, perdoname. Podría empezar a traer algunas cosas mañana, y después buscaré algún flete para que traiga los muebles

-Ok, entonces te espero

-Amm…le voy a dejar alguna de seña

Sacó su billetera y le dio algo de dinero a la mujer, se despidió y salió. En la esquina aún estaba Paul. Se acercó al auto y él le abrió.

-¡Volví!-dijo muy contenta

-Te veo alegre

-Si! Me voy a mudar acá, me encantó

-Perfecto, ahora ya sé dónde vivís

-¿Eh? ¿qué conseguís con saber eso? –peguntó levantando una ceja

-Quién sabe. Chofer, llévenos a algún café

-Paul contestame lo que te pregunté….¿qué dijiste? No pienso ir a ningún café, quiero ir a mi casa

Paul solo le sonrió, ella siguió insistiéndole

-Paul dejame acá, me voy a mi casa….Paul, contestame, dejá de reírte….si no me dejas ir, me tiro del auto

Él soltó una carcajada

-Ya llegamos

-McCartney quiero ir a mi casa, es la última vez que te lo digo

-Uyyy te enojaste…sos linda cuando te enojás

El chofer le abrió la puerta y Paul, casi a los empujones metió a Eva en un café muy lujoso de la ciudad. La hizo sentar en una de las mesas y frente a ella se sentó el

-¿Qué vas a pedir?

-Voy a pedir ir a mi casa. ¿Sabés como se lama esto? Secuestro. Y dijiste que no me ibas a secuestrar

-Dos cafés con pasteles de aquéllos-Paul había ignorado por completo lo que Eva le decía y le hizo el pedido al mozo

-Yo me voy

-No. Dale, contame de tu vida

-No quiero. Dejame ir.

El mozo volvió con el pedido. Los pasteles se veían riquísimos y Eva tomó uno y comenzó a comerlo

-¿Ves? Tanto reclamo que hacés y mirá como comés el pastel

-Mmm es riquísimo…McCartney dejame ir

-¿No se te pasó el enojo? Yo pensaba que si…

-¿Para qué me trajiste acá?

-Para charlar. Pero como veo que no tenés ganas te voy a llevar a tu casa

-No. Me voy a ir sola

-No. Te voy a llevar.

-¿Sabes qué pasa? Hay dos razones: una, que me secuestraste y no quiero ir con vos nunca mas a ningún lado, y dos, vivo en un lugar no muy recomendable y si ven un auto como el tuyo te robarían.

-No me importa. Te dejo cerca, aunque sea.

-Ayy…¿alguna vez te dijeron que sos demasiado insistente?

-Si, pero siempre logro lo que quiero

-Bah…está bien, llevame

Salieron del café, subieron a la limusina y Eva le dijo al chofer donde podría dejarla.

-Ahora que ya sé donde vivís voy a ir a visitarte-le dijo Paul mientras acercaba su rostro al de ella

-No se permite la visita de hombres-contestó nerviosa

El no respondió y se limitó a mirar por la ventanilla. Al fin llegaron a una esquina y el chofer se detuvo

-Voy a bajarme acá. Gracias por traerme y por el pastel obligado

-De nada. Espero volver a verte

-Yo no espero lo mismo

Paul la miró triste y ella se sintió mal. Para remediar lo que había hecho esbozó una sonrisa

-Tu sonrisa es el mejor de los “gracias” –le dijo Paul

Ella sonrió de vuelta y bajó, alejándose por la calle.

4 comentarios:

  1. tsssssssssss tiene de frente a McCartney y lo trata asi ???????? que se cree jajajajajajajajajajaja ya espero el proximo ;) este me encanto ^^

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  2. Nuevo diseño y nuevo capi! Y me gustan las dos cosas! jajaja.
    El de la limusina era Paul! Qué suerte tiene el cabronazo (cariñosamente hablando, claro) que gustándole como le gusta se encuentra a Eva por la calle. Aunque para qué negarlo, para suerte la de Eva, que nada menos recibe una invitación de Paul McCartney para que la lleve en limusina por Londres. Lo que me sorprende y me gusta es el autocontrol de Eva, y creo que eso también le gusta, y mucho, a Paul (y al resto también, seguro).
    Por fin tiene casa! Y parece que ha caído en un buen sitio, con un nene encantador y una chica que en principio cae simpática. Parece que han conectado las dos y que Eva va a estar a gusto en la casa (que tiene piano y todo, genial!)
    Y Paul es lo más. Haciéndose el tonto ya sabe donde vive Eva y donde vivirá. Con la excusa de "te llevo" se las apaña a las mil maravillas... Éste sabe más que qué se yo, jajaja. Ahora bien, lo cierto es que se lo está trabajando el chico, que la invita a café con pasteles y todo... Un caballero, vamos. Y Eva, bueno, al final se ha pasado un poco con él (y lo sabe) con lo de que no espera volver a verle, que no se lo cree ni ella. Menos mal que se ha dado cuenta de que lo ha dejado muy chafado al pobre y lo ha arreglado todo con lo mejor que podía hacer, una sonrisa. Y a Paul... anda que no le ha gustado la sonrisilla ni nada! Ya está más pillado por Eva... jajajaja
    En fin, hija, que este fic a mí de cada día me gusta más, qué quieres que te diga... Así que nada, a continuar con la misma calidad, que te lo estás trabajando un montón.
    Saludos y que vaya bien!

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  3. jajajajja me gusto tu capitulo como siempre

    hay Eva como se pudo resistir tales encantos de McCarntey xD

    Me encanto la trama del pastel paul si que no se rinde
    Hay que bueno que Eva ya se cambio de casa

    Hay estoy picadisima no me dejes con la duda

    PD: si fuera Eva dejaria que Paul me secuestrara muchas veces xD

    OTRO, OTRO

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  4. Me encanto, era Paul! genial, me encantó el capitulo, y ella haciendose la dificel, claro alfinal no se pudo resistir y tuvo que sonreirle, me encanta tu nove!

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